22 jun 2009

Grunge Is Not Dead; La historia de un movimiento que hizo expresar a toda una generación.


Para principios de los noventa, el Grunge (llamado así por primera vez en 1981) ya había generado no sólo un acontecimiento artístico sino también social. Marcados por el paso de la década, una gran cantidad de jóvenes adoptaron el Grunge como modo de expresión frente a lo inestable y desvalido del panorama universal, repletando recintos en donde grupos como Mudhoney o Soundgarden marcarían con su música a toda una colectividad.

Como un derivado acabado del Punk pero con matices claros de Heavy Metal y Hard Rock, el Grunge comenzó a dar sus primeros pasos en la biográfía del Rock de manera sigilosa, radicado esencialmente a la escena musical de Seattle. El fenómeno vendría sentenciado por factores propios de la zona geográfica donde se presentaba; una música marcada por sonidos de disconformidad, propios de una urbe en muchos aspectos decadente. Si bien no todo el Grunge se desarrolló en Seattle, la gran mayoría de las agrupaciones emergentes eran habitantes vernáculos del otrora pueblo leñador, acuñando vestimentas que mezclaban la necesidad de combatir el frío y la necesidad de presentarse inadecuados ante el sistema. Volcados a bares y pubs, los pioneros del género vieron cómo, poco a poco, el interés externo comenzó a penetrar en sus vidas citadinas y en la música que se generaba de este concepto.


Alice in Chains


Mas el Grunge no arrimó desde el comienzo melodías complejas y composiciones decididamente más estructuradas. Al ser una rama distintiva del Punk, lo que se oía en un principio exigía una gran tolerancia a la distorsión, el canto agrio y a las guitarras repetitivas. Es en este terreno cuando el sello discográfico Sub Pop fue el encargado de rescatar toda esta seguidilla de apariciones espontáneas y encausarlas en una sola senda, senda que más tarde sería conocida mundialmente como el Grunge. Green River y Screaming Trees serían los elegidos, entre otros, para aparecer en las primeras compilaciones lanzadas para el conocimiento público. Lo que Sub Pop no imaginaba era que, entre sus abanderados más representativos, la fascinación por la música no tardaría en llegar.



Mudhoney - Here Como Sickness


Si bien Sub Pop fue uno de los primeros indicios de interés serio por la música Grunge, ésta no le debía por completo su auge hacia territorios más allá de Seattle. Fue la propia técnica y el talento de las agrupaciones lo que, más temprano que tarde, desviaría las miradas hacia el movimiento. Lo que en un principio parecía ser sólo un sustrato mínimo de tendencia musical se convirtió en un sólido regente a nivel casi global, atrapando el espíritu de la llamada Generación X, la cual se caracterizaba por emitir un temperamento intolerante frente a la recesión valórica, económica y social presente en su esfera de convivencia. Así, las letras de la mayoría de las canciones se encontraban cargadas de una sutil furia y un desarrollado perfil de apatía que muchas veces caía en consideraciones depresivas y augurios fatalistas. A pesar de esto, la fama del Grunge no perdería adeptos que, eventualmente, transformarían a las bandas ya importantes en modelos de tendencia mucho más reconocidos.

La música Grunge comenzó a situarse en un intermedio sensato entre las tendencias que le antecedían. Con una elocución única, los rasgueos incesantes pasaron a ser acordes más trascendentales y con un ritmo definido. La tonalidad viajaba constantemente entre bases de Rock Pesado y Rock Alternativo, potenciando propiedades intrínsecas de estilo. La batería tomó el peso del Metal pero sin caer en su completa y abrumadora potencia, mientras que el bajo sería marcado con una mezcla de precisión y soltura que darían resultados muy cercanos a lo que se esperaba proyectar; un sonido renegado a la oscuridad, la opresión y el desencanto. Agresivo y muchas veces en búsqueda de la eliminación completa de los vicios sociales modernos, la música Grunge no escatimó en ser dura en su interpretación, abrazando el HardCore y eligiendo caminos de libertad de creación, muchas de ellas fundamentadas en la carrera de artistas como Neil Young e incluso Led Zeppelin.



Days Of The New - Touch, Peel and Stand (Live in Seattle 1998).

Antes de cruzar los ochenta, los proyectos musicales eran relativamente masivos. Mientras algunos se encontraban estables y con un futuro próximo, otros desaparecerían para conformar nuevas y más fundidas bandas. Tal es el caso de Mother Love Bone, un constructo emanado de la disolución de Green River que mezclaría el Glam Rock con el Punk y que sería un abanderado importante de los inicios del Grunge. Luego, tras la muerte del vocalista Andrew Wood por sobredosis de heroína en 1989, Chris Cornell – la voz de Soundgarden – llamaría a Stone Gossard y Jeff Ament, ex-miembros de Mother Love Bone, a formar Temple Of The Dog, un grupo de culto que lanzaría sólo un disco en honor a la muerte de Andrew. En este escenario, Eddie Vedder se uniría a la banda y, tras esa relación, formaría Pearl Jam junto a Jeff y Stone.


Mother Love Bone


Es en este contexto de génesis donde el futuro del Grunge tomaría forma. Terminados los ochenta, el éxito relativo se volvió un éxito avasallador, conducido casi sin discusión por el lanzamiento de dos de los discos más valorados del género: el Ten de Pearl Jam y el Nevermind de Nirvana, puestos en el mercado en 1991. Nirvana, con una historia remontada a 1985, fue el empuje necesario que el Grunge necesitaría para sentar territorio en los primeros años de los noventa. Alcanzado el primer lugar en las listas de ventas de Billboard, el Nevermind captaría la atención de decenas de miles de jóvenes de aquel tiempo, y Smell Like Teen Spirit sería el tema que designaría todo el sentimiento Grunge que ya era palpable alrededor del globo. A su vez, Alice in Chains y Soundgarden compenetrarían en este suceso de progresión, no logrando el fervor intenso por Nirvana pero sí perpetrando, sin lugar a dudas, un sonido mucho más particular, desarrollado y compuesto que el de otros grupos contemporáneos.


Pero es quizá el aplauso exacerbado por la música lo que carcomería las intenciones de seguir adelante con el proceso de expansión. Al ser el Grunge una manifestación necesariamente anti-sistémica, el que fuera de tanto alcance y considerado una moda más caló profundo en los autores de la música, en sus consideraciones y su motivación. Muchos no se encontraban dispuestos ni menos capaces de acatar tanta atención, tal como sentenciaría Kurt Cobain en su momento: "Ojalá hubiera tomado clases sobre cómo ser una estrella de Rock. Me pude haber preparado para esto.” Sumado a esto, las opiniones foráneas no eran por completo favorables, tratando al Grunge y su espíritu como algo fútil e insano para las mentes juveniles. A pesar de todas estas consideraciones, el movimiento seguiría con relativa estabilidad hasta mediados de la década, donde eventos específicos terminarían severamente con su apogeo. La muerte de Kurt Cobain en 1994 es quizá el simbolismo más preciso de cómo se extinguía el género y de todo lo que podía rescatarse de él. Los años siguientes el Grunge se fragmentaría de manera insostenible junto a la aparición de su verdugo, el Post-Grunge, con sonidos más débiles y exento de todo el ánimo intransigente de su movimiento inspirador. Alice in Chains dejaría de tocar en vivo y Layne Staley, vocalista, perecería el año 2002 por su adicción a las drogas.


Como una de las últimas manifestaciones musicales coherentes de todos los tiempos y como progenitor de una fusión de estilos diversos, el Grunge fue capaz de adherir a toda una esfera social enmarcada en años precisos e ideas concretas. Con la fuerza necesaria para emerger bajo su misma tutela, el Grunge tuvo la cualidad notoria de alcanzar la luz del conocimiento colectivo bajo sus propios logros y sus propias composiciones. Irrumpió en el panorama artístico tal cual lo hacen los vientos de huracán; de manera rápida pero con consecuencias imborrables. Apareció para dejar su mensaje e irse a refugiar en la memoria de todos aquellos que tuvimos la oportunidad de escuchar su música cuando ésta era realizada. Sin preguntarle a nadie, dio pasos agigantados para conseguir un legado que aún se mantiene con vigor en la Historia del Rock.



Pearl Jam - Even Flow (Live in Seattle 1991).

1 comentario:

Anónimo dijo...

Muy interesante este artículo sobre el Grunge, de verdad, muy bueno el blog....
pasate por mi blog: http://rocknrollife.blogspot.com